Pedro es director de Recursos Humanos en una empresa de diseño, para él, sus métodos son efectivos y relajados, permitiéndole llevar una amistad con sus colaboradores y a su vez, estar en el campo de juego para supervisar de manera cercada y “efectiva”. Para los demás, Pedro es sólo un amigo, para ellos sólo existe una amistad personal y no lo ven como una figura directiva laboral.
Como Pedro, muchos directivos creen que la mejor manera de tratar al personal es siendo el “amigo”, “confidente” y “protector”, sin embargo, ¿qué tan eficientes pueden ser estos métodos? ¿Cómo podría ayudar a las empresas tener amigos en lugar de directivos y líderes? ¿Cómo ganarse la confianza sin exceder en ella? ¿Existe algún método efectivo para separar la amistad y el trabajo?